Vista y disfrutada. La película desprende magia en casi todo momento que, apoyada en esa fantástica ambientación del Nueva York de los años 20, te deja embobado durante las dos horitas diez que dura.
Bien es cierto que la labor de Yates no pasa de correcta en lo visual pero la dirección de actores es excelente, con un tierno Redmayne a la cabeza, acompañado de un sorprendente y cómico Dan Fogler, la más contenida Katherine Waterston , la encantadora Alison Sudol y el gris Miller. Los actores veteranos como Farrell y Morton aportan aplomo al conjunto.
Y, aún no siendo visualmente la repanocha, tiene momentos cautivadores y emotivosque valen por sí mismos el precio de la entrada. Eso sí, hay pequeñitos detalles de montaje en la transición entre algunos planos y secuencias que no me acabaron de gustar.Spoiler:
La BSO es excelente, recurriendo a Williams cuando es necesario y expandiéndose aprovechando al milímetro el escenario donde se desarrolla la trama.
Tampoco hay que olvidar que no nos encontramos ante un sencillo blockbuster sin nada que contar. Como es habitual en Rowling los mensajes en contra de la intolerancia y la represión, aderezados aquí con cierto componente ecológico, están muy presentes al igual que en Harry Potter.