Nuevo trabajo de Garland que nos deja conceptos muy "New Age".

Es verdad que deja al descubierto sus influencias (desde "La cosa" a "La llegada") pero siempre busca aportar una nueva perspectiva y deja espacio para la reflexión. Por supuesto, no siempre está acertado, pero al menos arriesga.

Las soluciones visuales son sugestivas. La música suena diferente a la típica fanfarria de orquesta. Natalie Portman está estupenda como de costumbre. Ese final nos deja inquietos al igual que el comienzo.

Sin duda merecía un estreno en salas, pero nos quedaremos con las ganas. La recomiendo, aunque sospecho que no es apta para algunos consumidores habituales de Netflix.

Creo que este director va a dar mucho de que hablar.