Otro gran secundario que merece más atención. Comenzó a llamar la atención por su aparición en El gran Gatsby, para pasar a ser uno de los fijos de Woody Allen hasta finales de los 80 (Interiores, Delitos y Faltas, Septiembre, Hannah y sus hermanas). Sus interpretaciones son más que notables, además de transmitir esa simpatía que hace que te caiga bien un actor. Su gran oportunidad fuen en Los gritos del silencio, y lo aprovechó al máximo, aunque su suerte no cambió (dejar de ser el eterno secundario). Afortunadamente sigue en activo tal como demuestran Le Divorce o la serie "Ley y orden" . Ha trabajado para directores tan dispares como Mulligan (Un verano en Louisiana), Cimino (La puerta del cielo), Hyams (Capricornio Uno) o Waters (Los asesinatos de Mamá).
Adelante.