Ya, pero creo que no nos hemos de conformar con un programa que, al menos a mi, me produce vergüenza ajena. Como ya he comentado antes, ahí estaba el programa de Pradera y Schwartz que era estupendo y era mil veces más entretenido e informativo que este, que se basa tan solo en las ocurrencias de esa mediocridad andante llamada Pablo Motos (Aka la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro).