Después de tanto tiempo la he visto y la verdad es que resulta chocante. Se nota el ánimo destructivo de su autor en cada fotograma, cuando la hizo estaba enfermo de verdad. Es verdad que hay un esfuerzo narrativo (el inicio en blanco y negro y cámara lenta) en visualizar una pesadilla, pero es demasiado desagradable y la encuentro misógina. Para mi olvidable y pasada de rosca.