"Es lo suficientemente irreverente para desviar la atención de lo estúpida que es la idea de un hombre que habla con delfines y monta en caballito de mar (...) El guion no es nada elegante y está lleno de líneas malas".

Y como siempre hay críticos que no saben qué peli van a ver cuando se meten en una sala de cine.