Vista hace dos días.
Me encontré con una sala llena hasta los topes. Me llamó la antención el que a ambos lados, en la fila en el que estaba, grupos exclusivamente compuestos de pibones (que fijo venían por ver al "empotrador" de Momoa).
Más allá de la anécdota, la película me ha parecido un entretenimiento superlativo de principio a fin. Está hecha de recortes (esta escena me recuerda a tal peli, esta me recuerda a tal otra...) pero eso no empequeñece en momento alguno la valía del filme. Momoa monopoliza todo el carisma y masculinidad del universo cinematográfico DC con echar una sonrisita a la cámara. Se nota que debió pasarlo como un niño durante el rodaje porque derrocha química con todo el reparto.
Tiene no uno sino DOS villanos y ambos están no sólo bien esbozados sino que sus motivaciones son consistentes durante todo el metraje. En ese sentido MUY BIEN porque ya tenía ganas de una peli de superhéroes donde este aspecto se cuidase. En concreto me ha gustado mucho lo bien que la película consigue que empatices con Black Manta y sus razones para querer vengarse de Aquaman.
Por lo demás, la fiesta visual no tiene parangón. El tercer acto es un no parar, entre el encuentro con las criaturas de la fosa (puro Lovecraft donde Wan se saca la chorra demostrando que es uno de los mejores artesanos de terror de su generación), lo que viene justo después y de ahí a la batalla final donde aquello es quedarte ojiplático del nivel de detalle.
Al concluir la proyección había muchísima gente en pie aplaudiendo. Por supuesto, me sumé al clamor porque consideré que la película lo merecía.