Tengo tu misma sensación, Caním. A este hombre siempre le pasa algo de la mitad hacia el final. Prácticamente todas sus películas adolecen del mimo defecto: crea esa emoción, esa intriga, y después, se pierde en los efectos, el guión, las tonterías...

A mí me ocurre igual, hasta la fecha creo que su mejor trabajo es "Stargate" y después "El día de mañana". Lástima toda la parte final de "2012", pues hasta la mitad me gustó mucho.