Muy flojo este thriller protagonizado por Gabrielle Union, la cual ejerce también de productora del film. Nos encontramos como escenario la típica casa que nos deja boquiabiertos, moderna y con el mejor sistema de seguridad. Sin embargo, no consigue evitar la presencia intrusos.

La actriz tendrá que proteger a sus hijos y ser más lista que los asaltantes. No nos cuenta nada nuevo, y lo que es peor, es que carece de suspense o tensión, por lo que los poco más de 80 minutos pueden hacerse un poco cuesta arriba, pues no tiene nada original. La música parece entrar de modo automático cuando hay algún momento tenso, siendo una partitura repetitiva.

En definitiva, una cinta que no merece la pena ver en el cine (a mi me han asaltado 5 € por ser miércoles), pero la verdad que es para ver en casa en sustitución de cualquier telefilm de sobremesa.

Nota 3*