Pocos asesinatos pueden vencer a ese de Cortina rasgada, película irregular que debería estar en toda balda sólo por la secuencia de Gromek.

Y es que Hitch enseñó lo que cuesta soltar el alma de una persona, y en tiempos de héroes de postín que asesinan con la uña vendría bien volver a ver el prodigio de secuencia. Personalmente me vuelven locos los insertos cortos de ese momento, puede que el mejor de toda la filmografía de Hitchcock.

Quizá podríamos hacer un post con asesinatos memorables, pero que no sean listas, sino que expliquéis el porqué os cautivan, ya que las listitas se suelen percibir en lectura diagonal y sin asimilar.

Un abrazo.