La he revisado y he acabo llorando al final (en modo lagrima silenciosa que se te desliza). La obra maestra de De Palma y una de las mejores de los últimos 25-30 años, en efecto. Para llevarse a una isla desierta. Marty, lo clavaste con tu comentario, compañero. Y ese halo, triste, melancólico, crepuscular, trágico, intimista... la bellísima historia de amor...


He mirado a mi hijo y tenía la boca entreabierta.