Independiente de la animaversion que puedan tener algunos casi entendible después de tantos años que Cameron se pasó vendiendo y prometiendo humo, no entiendo el deseo ahora de que Avatar se la pegue fuerte. No va a pasar, aunque hayan sido muchos años. La gente más que ahora quiere cine palomitero blockbuster, y esto lo es, pero, aunque cueste admitirlo, este tipo de pelis son las que trae a la gente al cine. Son espectáculos visuales a la antigua.