Todo este marketing que se ha montado entorno al proyecto de Cameron, no es ni más ni menos que hacer deseable algo que ni siquiera se conoce. Solo elucubraciones que llenan de incertidumbre al posible espectador para hacerlo seguro cliente del espectáculo.
Luego posiblemente sea un bluff en toda regla, pero al menos se habrá conseguido atraer en masa la pasta que haga retirarse al canadiense para otros tantos años más.