
Iniciado por
Dr.Lao
Este verano hemos tenido la oportunidad de contemplar cómo el máximo exponente del género parece haber recaído en sendos truños robóticos dirigidos por unos señores llamados Bay y McG, cuyos impecables niveles de producción por encima de los 150 ó 200 millones de dolares sólo servían para ocultar una falta de argumento, ideas y personajes que realmente eran alarmantes.