Poco se puede añadir a lo ya dicho: mucho espectáculo (del bueno, que a Cameron pocos le ganan en eso) y poca (muy poca) historia. Al final te queda la sensación de que con media horita menos estaría mejor.
Y qué queréis que os diga... se ha avanzado mucho en la expresividad de personajes digitales, pero aún no consiguen emocionarme. Espero que a Cameron no le pase como a Zemeckis y se quede enganchado en esto del capture motion, porque tengo claro que un montón de píxeles nunca ofrecerán la misma emoción que un rostro humano.
Y los bichitos... muy sintéticos, muy de vídeojuego.
En fin, una peli entretenida y bien hecha, y nada más. Sabe a poco después de 12 años sin Cameron. Espero que se ahorre las secuelas. La cosa no da para tanto.