La mayoría de gente a los que no nos ha gustado nos ha dejado fríos, indiferentes, llámalo como quieras. Una demo de casi tres horas de efectos digitales 3-D me deja indiferente. Leyendo este hilo, hay muchos indiferentes. Porque "Avatar" ni siquiera tiene chicha para indignarse o para odiarla.
No creo que nadie critique Avatar porque la juzgue con parámetros de cine de autor. Nadie esperaba "La cinta blanca". Yo iba a ver un espectáculo de cine comercial. Hay miles de ejemplos de películas comerciales de planteamiento simple que me encantan. Pero es que Avatar no sólo es simple, es mala.En cambio si voy a ver una película tipo La cinta blanca, pues mi predisposición, no va a ser la misma y voy a esperar que Haneke me sorprenda con escenas muy elaboradas, tanto con diálogos como sin ellos, un guión no lineal, etc... vamos una película que basa su éxito y su calidad en unos patrones cinematográficos muy diferentes a los que usaría una película como Avatar.
Por eso muchas veces pienso que Avatar es tan simple en su concepción, que a muchos les resulta casi imposible creer que algo tan "simple" en su desarrollo pueda llegar a encandilar y gustar a tantos.
Poner Avatar como ejemplo de suspense me parece un poco disparate, con todos los respetos. El suspense consiste precisamente en que el público se pregunte qué va a pasar, que se preocupe por los personajes.Muchos se quejan de que ya saben lo que va a ocurrir, que si cuando la nave lleva la bomba todos sabemos que esa bomba no va a llegar a su destino, pero ¡¡joder!! hasta el maestro Hitchcock lo decía, el espectador tiene que tener información, incluso saber lo que va a pasar, pero temer por si pasa otra cosa y al final, después de crear suspense, terminar como suponía el espectador, al espectador si lo sorprendes con algo muy inesperado tiene una reacción de dos segundos, de la otra manera le tensión es constante y el final reconfortante.
Cuando Hitchcock habla de que el espectador tenga más información que el personaje se refiere al recurso del suspense en escenas concretas (es preferible que sepan que una bomba va a estallar a que estalle de imprevisto) pero precisamente lo previsible de la trama de Avatar (y del guión, secuencia a secuencia, situación a situación) no deja ni rastro de suspense.