Mucha gente criticó el trabajo de Paul W.S. Anderson con Alien Vs. Predator. Una película que unía dos míticas sagas cinematográficas pasándose por el forro las historias que para tal efecto se habían hecho antes en dos estupendos videojuegos y en los comics de Dark Horse. Anderson de hecho plantó la trama en la Tierra y en el presente, y para colmo realizó un prólogo en el que aliens y depredadores llevaban siglos campando a sus anchas por nuestro planeta. Es decir, que lo que inicialmente era algo raro, desconocido, amenazador e inquietante, se convirtió en algo mundano, cotidiano, exagerado y carente de interés. Eso sin contar que para justificar una elipsis (lo que tardan los aliens en gestarse), en vez de currarse un guión decente, decidió hacer unos cambios chuscos (modificaciones genéticas para que los aliens se gestasen a toda leche ¿?) que vendió como “algo novedoso” y que le permitieran simplificarse el trabajo como guionista. A pesar de todo eso, y aunque sea una peli olvidable, al menos la primera Alien Vs. Predator tenía su pequeña trama, unos personajes medio decentes y alguna escena curiosa. Aprobado raspado, pero bueno, se dejaba ver.
Alien Vs. Predator Requiem sin embargo se queda muy lejos hasta del trabajo realizado por Anderson. No puedo calificar esta película como algo que no sea simplemente un conjunto de peleas. No hay más. No hay historia, no hay personajes, no hay nada. Sólo peleas entre Aliens y Depredadores donde los humanos solo sirven de excusa para aderezar todo con algo más de sangre y tener algo con lo que el público pueda identificarse mínimamente. Pero lo cierto es que no hay un solo personaje mínimamente currado y que mueran o no, da igual.
Los hermanos Strause, dos expertos en efectos especiales debutan tras la cámara luciéndose en el único aspecto en el que podían hacerlo, los efectos especiales. No hay otra cosa que uno pueda resaltar de una película donde el guión se limita a ser una sucesión de peleas, donde el comienzo es el más cutre que he visto en una secuela en años (y eso que secuelas chuscas no han faltado), y donde tienen más carga dramática los bichos que las personas.
¿Entretiene? Pues hombre. Si entendemos como entretenimiento cubrir todas las ausencias de argumento (la peli entera) a base de hostias y disparos, pues sí, entretiene. Pero si no te importa lo que sucede a los personajes, todo ese espectáculo no vale de nada. Cualquier peli de Michael Bay, comparada con esto, es puro Shakespeare. Y es que incluso en el blockbuster más patatero hay personajes, aunque sienten como una patada al hígado (como en Ghost Rider), pero aquí no. Aquí solo tenemos a 3 o 4 pseudoprotas, ultraesquemáticos, que tras una minipresentación inicial para que parezca que tienen algo de historia, simplemente cojen armas para tratar de salir vivos cuando las dos razas alienígenas llegan a su pueblo, y pegan tiros. Ni siquiera hay sustos. Está todo tan visto y hay tan poco interés por contar algo que hay una total ausencia de tensión o de inquietud. Hasta han utilizado los mismos sonidos de las pelis originales (y cuando digo los mismos, me refiero a un corta-pega de sintonías o ruidos de bicho, como los gritos de los aliens en Aliens), no sé si a modo de homenaje o por pura vaguería.
¡SPOILERS!
Eso es todo. Pero no quiero terminar sin hacer mención a los momentos de “violación mitológica”, con los que los más puretas podrán salir indignados del cine. Primero la gestación de los aliens. Si Anderson se sacó de la manga una modificación genética que permitía que los aliens salieran de sus “madres de alquiler” en unas horas, aquí bastan 15 minutos (o al menos no da sensación de que pase mucho más tiempo) para que tengas a un buen bichardo pululando por el pueblo. Y el famoso Predalien (cuya muerte, por cierto, aparece en el trailer y en la imagen superior) es capaz de “inseminar” por vía oral a una persona soltándole una buena ración de embriones que (también en cosa de media hora) estarán listos para salir de su madre vía parto múltiple.
¡FIN SPOILERS!
En fin. No aburre, igual que no aburre el pressing catch (un espectáculo mil veces mejor que esto), pero nadie prodrá decir que ha visto una peli, porque aquí sólo hay mandobles y tiros. Personalmente no invertiría un solo euro en ver esto, ni siquiera mi tiempo. Cualquier otra peli de la cartelera merecerá más la pena.