Sin duda.
Planificación en cuanto a horarios la tenemos. Nos falta echar cuentas de gastos, incluyendo una cantidad mensual que se ahorraría y se guardaría por si surgieran gastos imprevistos. Realmente lo que nos queda es decidir si macho o hembra, encontrar un veterinario de confianza cerca de casa y, sobre todo, buscar una buena protectora en Madrid.