Pude verla ayer por la noche, y si que me ha gustado, pero más por el ritmo y montaje que tiene, que por la historia en si, puesto que el argumento está visto.
Pero claro, el fuerte es ese ritmo musical endiablado, en el que los disparos marcan el compás de las canciones. Y esa es la principal baza de esta película, que ameniza las casi dos horas de metraje y hace que se pase volando. No he notado ningún bajón en el ritmo, y si que me ha sorprendido el final puesto que no me lo esperaba para nada, desde el momento que empieza el clímax final.
Así que salí contento y motivado, lo cual es algo que la gran mayoría de películas hoy en día no consiguen. Todo desde mi opinión claro.
La compararía con Whiplash por la importancia de la música a la hora de llevar el ritmo de la película, otra de mis favoritas.
Saludos!