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Branagh/Doyle
Qué cosa más bonita de texto , Otto+. Cómo bien dices, esa simplificación no necesariamente tuvo una consecuencia negativa (ahí están Basic Instinct -obra maestra, The Mummy o The 13th Warrior para demostrarlo).
Cuando si implicó un resultado negativo, se notó considerablemente, cómo en The Hollow Man, decepción mayúscula teniendo en cuenta sus anteriores colaboraciones con el director holandés.
De sus últimas obras, The Haunting es una excepción deliciosa. Gran trabajo.
Pero sí, Total Recall quizá sea su canto de cisne, una obra tan compleja y sin concesiones a la comercialidad cómo solían serlo la mayoría en sus años de esplendor. Sigue fascinando a día de hoy su tendencia a la intelectualización musical sin cuartel , el no ceder ni un momento ante el público o las perspectivas de ventas del CD, razones por las cuales resulta este trabajo tan denso cómo críptico, al menos si no se tiene del todo claro su función en la película.
En eso, Williams estuvo por delante. Andamió su maestría en la escritura -inapelable- desde una estructura accesible sin duda fomentada por haber participado en títulos míticos y de gran calado social, estructuración que quizá Goldsmith considerase semi venderse (cómo decía Herrmann, escribir en el estilo de Hollywood).
En Total Recall, en ocasiones hay tantas líneas concurrentes o voces dispares ejecutándose simultáneamente, que entiendo que pueda resultar desconcertante. Sumémosle la hiperactividad -incluso para los estándares de Goldsmith-, del viento metal. a una velocidad sumamente endiablada mientras, por ejemplo, las cuerdas ejecutan también OTRAS DOS líneas melódicas, que se suman a los metales de manera concurrente. BOOM, la cabeza explota. Y las capas de electrónica, claro.
No es de extrañar pues , que Goldsmith empezase a grabar en Alemania por cuestiones económicas y tras unos días donde la orquesta hacia lo que podía y se encomendaba a todos los santos tras sudar la gota gorda, se decidió hacer caso de las quejas del compositor y regresar a Londres con la Filarmónica, formación de preferencia del compositor y que ya estaba acostumbrada a sus exigentes partituras.