Yo no voy a patrocinar Barbie de ninguna forma por varios motivos, su directora me es entre indiferente e insoportable, la propuesta no concita en absoluto mi atención en ningún aspecto (a Robbie ya la vi en toda su bendita gloria en el Lobo), las propagandas, soflamas y pregones me dan sueño y además distribuye Warner ergo mis entradas (plural) se las llevan Nolan y Universal.

Dicho lo cual, espero que las taquillas de ambas propuestas (Oppenheimer y Barbie) sean estratosféricas porque los exhibidores necesitan imperativamente ese alivio. Esa suerte de ¿impretendida? campaña mediática viral (Barbieheimer) las ha convertido en "eventos mediáticos" y yo, como defensor del cine en sala, estoy literalmente encantado.