Dejando aparte cuestiones ideológicas, la película me ha parecido hortera, repetitiva, tediosa, ridícula y, sobre todo, aburridísima. No le veo la gracia por ninguna parte. Tampoco entiendo las alabanzas a las interpretaciones: tanto Robbie como Gosling han actuado mucho mejor en cualquier otra película.
Para mí, el éxito de esta película es inexplicable (a no ser que lo atribuyamos exclusivamente a marketing) y desconcertante. Pese a la apabullante taquilla y al casi generalizado aplauso crítico, dudo que nadie se acuerde de ella o la reivindique dentro de un par de años.




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