Me pillaría de malas, pero me ha dejado muy indiferente. Tiene momentos simpáticos, una fotografía meritoria y un Tom Cruise en estado de gracia, pero la película en sí es una especie de Lobo de Wall Street solo que peor en todo. El rollo este de convertir en héroe a un tío que se dedica a traficar armas y droga es bastante fuerte, si te paras a pensarlo. Y ninguno de los personajes tiene la más mínima profundidad: ni Seal, que va haciendo las cosas al tuntún y sin pensar, ni su mujer, a la que parece que se la trae todo al pairo, ni el agente de la CIA, que es poco más que una caricatura (aunque eso sí, con una intencionalidad crítica evidente y bien conseguida). El resto son todos secundarios sin importancia.

La historia es buena, pero solo porque lo es el material en que se basa. Parece más un documental montado con gracia que un guión cinematográfico. Vamos, que es entretenida y para pasar un rato agradable sin demasiadas pretensiones se la recomiendo a cualquiera, pero las alabanzas que está recibiendo son un poco desmedidas. No es ni de lejos lo mejor de Cruise, aunque, repito, su actuación está muy bien.