La Stanwyck (que por cierto, era vecina y cuajó una gran amistad con nuestra Saritísima) era simplemente una actriz sobresaliente. Lo que hace en Perdición, Bola de fuego o Juan Nadie, todos con una riqueza de matices increíble, es de traca.
Sinceramente, como amante de los premios en general, creo que es una de las dos o tres mayores injusticias de la historia, que esta mujer no consiguiera algún Oscar por alguno de estos papeles.