Tema: TODO sobre Bette Davis, la más grande entre las grandes

https://64.media.tumblr.com/f0115884...e20eeec0e5.jpg



Gabrielle Maple (Bette Davis) es una joven que vive en el aislado desierto de Arizona con su padre (P Hall) y su abuelo (C Grapewin). La madre de Gabrielle ya no forma parte de su vida, ya que se fue de Arizona años antes para regresar a Francia.

Gabrielle espera irse y vivir con su madre,poder desarrollarse como artista en ese Paris idealizado en su mente.

Un día, un vagabundo escritor pedante y frustrado Alan Squire (L Howard) se detiene en el inhospito paraje.
Mientras tanto, Duke Mantee (H Bogart) y su pandilla se dirigen al mismo lugar,donde Mantee planea reunirse con su chica.

Basada en la obra de Robert E. Sherwood y adaptada por C Kenyon y D Davis,aborda algunos de los problemas sociales de EEUU, maltrato a las minorías, crimen, abuso de poder....y lo hace bien... sin sermonear.

Es teatral en toda la extension,los personajes son "inadaptados" y de una manera o de otra hay similitudes entre ellos.El estado animico se plantea bien y la mezcla de generos y buen hacer del reparto hace que sea entretenida durante todo su metraje.

El desenlace es coherente con lo acontecido.En definitiva puede parecer desfasada,cursi pero en este caso a mí no me molesta...vivir por lo que uno cree...

es algo más que unos matones reteniendo a un grupo de gente,dejando aparte que nos parezca mejor o peor pelicula.


Combo total:
7/10

Esta noche - espero - entregaré mi modesta - y breve - crónica.

Una, pese a todo, excelente película y con varios aspectos francamente notables a destacar.

Por cierto, no se si se mencionó en su momento en las reviews de los otros compañeros (que me perdonen). Quiero destacar al montador Owen Marks, que aparte de esta The petrified forest, solo mencionaré entre su vasto legado, Casablanca, Arsénico por compasión, El tesoro de Sierra Madre, o Al este del Edén. Un maestro en su gremio.

El matrimonio y los dos negros a destacar

Slim parece un negro de 1966 no del 36.

THE PETRIFIED FOREST (1936, EL BOSQUE PETRIFICADO)



Director: Archie L. Mayo.

Producción y distribución: Warner Bros. Pictures, Inc. (Copyright 1935 by Warner Bros. Pictures, Inc. and The Vitaphone Corp.).

Productor ejecutivo: Hal B. Wallis (no acreditado).

Productor ajunto: Henry Blanke (no acreditado).

Guion: Charles Kenyon y Delmer Daves, a partir de la obra teatral homónima de Robert Emmet Sherwood (The Broadhurst Theatre, Nueva York, 7 de enero de 1935).

Fotografía: Sol Polito, en blanco y negro (1.37:1).

Dirección artística: John Hughes.

Música: Bernhard Kaun (no acreditado).

Montaje: Owen Marks.

Reparto: Leslie Howard (Alan Squier), Bette Davis (Gabrielle Maple), Genevieve Tobin (Señora Chisholm), Dick Foran (Boze Hertzlinger), Humphrey Bogart (Duke Mantee), Joseph Sawyer (Jackie), Porter Hall (Jason Maple), Charley Grapewin (Abuelo Maple), Paul Harvey (Señor Chisholm), Eddie Acuff (Nick, trabajador del telégrafo), Adrian Morris (Ruby), Nina Campana (Paula, la cocinera), Slim Thompson (Slim) y John Alexander (Joseph, el chófer).

Rodaje: del 14 de octubre al 30 de noviembre de 1935.

Duración: 1 h 18 m 54 s. (Copia en DVD editada por Warner en 2005).

Estreno: 8 de febrero de 1936.



Un nuevo crossover, en este caso entre los rincones Bette Davis y Humphrey Bogart, cortesía de la querida (y admirada) compañera hannaben.

La pieza teatral “El bosque petrificado” del prestigioso dramaturgo y guionista Robert Emmet Sherwood (1896-1955) se estrenó en el Broadhurst Theatre de Nueva York el 7 de enero de 1935.



La obra permaneció en cartelera hasta el 29 de junio del mismo año, con un total de 197 representaciones, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de su carrera.





- Páginas 1 y 37 del programa de mano original -

Antes de proseguir me gustaría recordar que Sherwood fue igualmente el autor de “El puente de Waterloo” (Fulton Theatre, Nueva York, 6 de enero de 1930) que sirvió de base a la excelente película homónima del gran James Whale y tercera en la filmografía de Bette Davis y ya comentada en este mismo rincón long, long time ago…



Por su parte, el director Archie L. Mayo (1891-1961) – cuya “L” no parece obedecer más que a simple coquetería, al igual que la “O” de David O. Selznick… - no cotiza precisamente al alza en la bolsa de los cinéfilos, ni siquiera de los más curtidos, entre los que yo mismo me incluyo.



Pese a ello en su prolífica (aunque no larga [de 1917 a 1946]) carrera podemos encontrar algunos buenos ejemplos del mejor cine negro de la época, especialmente LA SENDA DEL CRIMEN (1930), un cinta de gánsteres bastante notable y que se desmarca de títulos coetáneos (y más recordados) como HAMPA DORADA (1930), de Mervyn LeRoy, THE CRIMINAL CODE (1931), de Howard Hawks, LAS CALLES DE LA CIUDAD (1931), de Rouben Mamoulian, THE PUBLIC ENEMY (1931), de William A. Wellman o EL TERROR DEL HAMPA (1932), de Howard Hawks (again).



Tampoco convendría olvidar un título como BLACK LEGION (1937) y del que seguramente Bogart conservaba un buen recuerdo puesto que fue la primera vez en su carrera que su nombre encabezada los títulos de crédito…



… algo que no se volvería a repetir, si mi memoria no falla, hasta 1941 con… EL HALCÓN MALTÉS…

Del reparto original de la obra teatral volvieron a coincidir en la gran pantalla Leslie Howard y Humphrey Bogart, este último por mandato expreso del primero y en contra de los deseos del estudio (la Warner) que había optado por una estrella del calibre de Edward G. Robinson (protagonista de la mencionada HAMPA DORADA).

Ese hermoso gesto de Howard hacia Bogart este último nunca lo olvidó hasta tal punto de que su segundo hijo (y primera hija), fruto del matrimonio con la también actriz Lauren Bacall, recibió el nombre de Leslie Howard Bogart (1952).

Recordemos que el actor británico murió en acción de combate en 1943 en el Golfo de Bizkaia…



Antes (co)protagonizaría títulos míticos como CAUTIVO DEL DESEO (1934) – la primera gran película en la carrera de la actriz objeto de la presente revisión -, LA PIMPINELA ESCARLATA (1934), de Harold Young, ROMEO Y JULIETA (1936), de George Cukor, PYGMALIÓN (1938), de Anthony Asquith y el propio Howard o… LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1939)… de David O. Selznick…

Además de los ya mencionados Howard y Bogart, también repetirían los actores afroamericanos Slim Thompson y Joseph Alexander.



Precisamente uno de los (varios) puntos destacables de esta para nada despreciable cinta es la (relativa) importancia en la trama de un personaje de color como es Slim (Thompson) que encarna a uno de los miembros de la banda del temible Duke Mantee (Bogart), algo absolutamente insólito no sólo en el cine de la época sino también en el posterior.

Dado que no he leído el texto de Sherwood (un, por cierto, extraordinario guionista, con piezas maestras como REBECA (1940), de Alfred Hitchcock o LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA (1946), de William Wyler [Oscar incluido]) desconozco el grado de fidelidad del libreto firmado por Charles Kenyon (1880-1961) [EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO (1935), de William Dieterle y Max Reinhardt] y el luego excelente director (y no sólo de westerns) Delmer Daves (1904-1977), aunque intuyo que es fiel traslación del mismo, incluyendo el trágico final, aunque se llegó a rodar uno alternativo en el que el protagonista, Alan (Howard) no moría en los brazos de su amada, Gabrielle (Davis) pero, que, afortunadamente, fue desechado...



Me gustaría romper una lanza en favor de esta, ya digo, notable película puesto que el que se rodase (casi) completamente en estudio no fue tanto debido a su procedencia teatral como al hecho de que en aquella época era como funcionaban los grandes (y pequeños) estudios en el Hollywood clásico… a excepción de los westerns…

La adscripción de esta cinta a un género en particular es un tanto arriesgada puesto que lo mismo pertenece al cine negro que al melodrama…

… algo, por cierto, que la Warner acentuaría de forma notable en la década siguiente, los turbulentos años ‘40…

Aunque todos los focos parecen centrarse en la figura del temible pistolero, emulo del famoso John Dillinger (1903-1934), encarnado por un excelente Humphrey Bogart, me parece absolutamente injusto que se pase por alto el portentoso trabajo de Leslie Howard, cuyo personaje curiosamente presenta notables concomitancias con el Ashley de la mencionada LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ..



… o el exquisito de la gran Bette Davis, que en esos años no sólo ya era una actriz consolidada sino también una joven notablemente hermosa…



… Bette Davis eyes…



Aunque todo el reparto raya a una gran altura bien es cierto que el duelo dialéctico (y algo) más que se establece entre Alan y Duke constituye el nudo gordiano de la trama.

De hecho, entre ellos se establece una relación de respeto sólo rota cuando el primero obliga al segundo a cumplir su palabra de acabar con su vida para que de esta forma Gabrielle empiece la suya.

El parecido físico y gestual entre Bogart y Dillinger no sólo responde a un trabajo primero de Sherwood y luego del propio actor sino que ese agarrotamiento que se percibe en su cuerpo tiene su perfecta correspondencia en el parque nacional del Bosque Petrificado que se encuentra a las afueras de la pequeña localidad de Black Mesa en la que se desarrolla la trama.



Por ello Alan y Duke son uno el reflejo especular del otro, algo que ambas reconocen, el primero de forma explícita y el segundo de forma tácita.

Frente a ese imbatible dueto podría parecer que poco puede hacer una Bette Davis que sólo unas pocas semanas después del estreno de la película, en concreto el 5 de marzo de 1936, ganaría el primero de sus dos Oscar, pero no es así, pues si bien su personaje está notablemente subordinado al de Howard o al carisma de Bogart, es absolutamente capital para entender el sacrificio final del primero a manos (involuntarias) del segundo.





Bette Davis aporta encanto a raudales y es un pena que durante la segunda mitad de la proyección desaparezca de la pantalla para permitir ese duelo entre la inteligencia de Alan y la frialdad de Duke.



Al contrario de lo que opina la querida amiga hannaben el personaje encarnado por Leslie Howard es un auténtico caramelo y sirve de ejemplo perfecto para mostrar el talento del malogrado actor británico que siempre tuvo un querencia especial por la comedia donde fue un consumado maestro.

Y como antes indicaba Sherwood se atreve a mostrarnos en pantalla a un actor de color en un papel con cierta enjundia y nada caricaturesco como era lo habitual en la época.

Incluso el personaje del chófer, Joseph (Alexander), es mucho más sensato (e inteligente) que el matrimonio al que sirve, los Chisholm (Harvey y Tobin).

Y de estos, la mujer parece un retrato de aquello en lo que podría convertirse Gabrielle si accediese, como ella, a los deseos de su familia y no a su interés propio.

De hecho, pronto comprobaremos que, en el fondo, Duke no es tan distinto de aquellos a quienes mantiene como rehenes e incluso manifiesta un respeto al abuelo de Gabrielle (Grapewin) - un personaje encantador pero a la vez profundamente egoísta
- que le ennoblece en cierta medida.

Y no sólo eso sino que matará a Alan a su pesar.

Aunque lo cierto es que ambos, Alan y Duke, ya estaban muertos antes de iniciarse la acción.

Dos seres anacrónicos que no son más que sombras de un pasado más glorioso.

De hecho, la figura del gánster dentro del cine ya empezaba a entrar en decadencia y en su lugar serían los representantes de la ley los que tomarían las riendas de la gran pantalla y el primer ejemplo sería (la excelente) CONTRA EL IMPERIO DEL CRIMEN (1935), de William Keighley, con un James Cagney transmutado de fuera de la ley a “G” Men.

EL BOSQUE PETRIFICADO es una muy atractiva película, con un excelente reparto y que gracias al soporte del espléndido texto de Sherwood se configura en una cinta ciertamente atípica para la época.



Tan atípica como que en la misma muere el héroe y se salva el villano…



Vosotros mismos.

Un saludo y feliz noche o lo que se tercie depende del momento en que leáis esta modesta crónica.

P.D. Intentaré que mi próximo comentario sea la igualmente excelente MARKED WOMAN (1937), de Lloyd Bacon, con Bette Davis y Humphrey Bogart… haciendo de bueno…

Agur.







- John Dillinger -

11. El bosque petrificado (The Petrified Forest, 1936), de Archie L. Mayo



Que The Petrified Forest es la adaptación de una obra de teatro es evidente, incluso para quien no sepa de su origen sobre los escenarios de Broadway. Y lo es, no solo por los decorados, un bar-gasolinera de carretera (el Bar-B-Q) que es puro atrezo, y unos paisajes pintados de fondos nubosos, sino también por la misma estructura del film, que supongo que respeta la división en escenas y actos de la obra y se centra en los diálogos de los personajes.





Si la evidencia del decorado puede responder, en parte, a los habituales métodos de producción de la época (y, en este caso, de la Warner), el resultado refuerza el carácter simbólico y espectral del no-lugar donde acontece la acción. Hay algo en ese Bar-B-Q azotado por el viento de síntesis de un país, Estados Unidos, en crisis económica y moral, que aún vive traumatizado por la crisis de 1929 y la corrupción y violencia imperante en los diferentes estratos sociales, incluido el conflicto racial, muy bien apuntado por Sherwood por medio de los personajes del pistolero Slim (Slim Thompson) y el chofer Joseph (Perc Teeple).



Aunque la dirección de Archie Mayo es sobria y efectiva, lo más destacado del film, sin duda, es su reparto, todo él brilla a un gran nivel, aunque no todos los personajes tienen, en mi opinión, la misma fuerza.

Es obvio que el de Alan, interpretado con brillantez por Leslie Howard, es el principal, el motor de la historia, ya desde los planos iniciales, cuando lo vemos caminar errabundo por un paisaje desértico, aunque para mi gusto es un personaje más de tinta que de carne y huesos. Quizá se excede Mayo en dedicarle un sinfín de primeros planos, en los que Howard, como era habitual, parece rodeado de una aureola, como si emanara luz de su rostro. Frente a él, la Gabrielle de Bette Davis sabe darle la réplica, aunque su presencia pierda peso y se desvanezca durante un buen número de minutos, careciendo de la intensidad necesaria en el tramo final. En cambio, cuando habla de su madre, de Bourges (auténtica ciudad francesa), de Villon o cuando le muestra a Alan los cuadros que ha pintado, Davis está espléndida.



El tercero en importancia (aunque Bogart aparezca en quinto lugar en los créditos) es, sin duda, ese trasunto de John Dillinger, Duke Mantee (Bogart volvería a vincular uno de sus personajes a Dillinger con el "Mad Dog" Earle de la maravillosa High Sierra). Se comenta que los movimientos mecánicos y envarados de Duke pretendían reproducir los andares del famoso gánster. La interpretación de Bogart parece que siguiera las técnicas del Método, aunque no fuera esa su formación como actor. Sus miradas feroces y sus explosiones de ira son realmente espeluznantes.



Pero, como ha apuntado hannaben, donde la película alcanza sus mayores logros es en la galería de secundarios, salvo quizá en el caso de Boze, que nunca me ha convencido, no tanto el personaje como la interpretación de Dick Foran. Pero el resto no tiene desperdicio, desde ese padre (Porter Hall) que juega a soldaditos formando parte de un grupo de “vigilantes”, forma de superar la frustración de haber fracasado en su país a la vuelta de la Gran Guerra (siendo incapaz de mantener junto a él a su mujer, francesa) al abuelo (Charley Grapewin, en un papel que reproduciría en films como los fordianos Tobacco Road o The Grapes of Wrath), que añora los viejos tiempos en que conoció a Billy The Kid y a Mark Twain (al que se refiere por su auténtico nombre, Sam Clemens).



Y junto a ellos, el matrimonio Chisholm, espléndida Genevieve Tobin y Paul Harvey, reflejo de una relación puramente material, en la que la mujer ha enterrado sus sueños de juventud.



La película, como ha señalado Alcaudón, se cierra de forma amarga, con la muerte del héroe y el final patético de su reverso oscuro, Duke, de cuya detención sabremos por una conversación telefónica, privado de la grandeza del escenario. Un final que dota de sentido a la elección del bosque petrificado (zona que realmente existente en el estado de Arizona) como el lugar fantasmagórico donde se dilucida el cruce de destinos de los diferentes personajes, que se reflejan mutuamente entre sí como si de espejos se trataran.

Un buen film, un buen reparto, un buen texto. Queda pendiente, si alguien se atreve, compararlo con la versión televisiva de 1955, dirigida por Delbert Mann el mismo año del estreno de Marty, con Henry Fonda como Alan, Lauren Bacall como Gabrielle y…, sí, no podía ser de otro modo, un envejecido Bogie como Duke Mantee.

Excelentes aportes queridos mios,ahora estoy sin el portatil y me da pereza escribir pero qué bonito aquello de

los seres humanos somos frágiles ante el desierto y las estrellas,como los arboles...estamos destinados a formar parte del reino mineral

Grata sorpresa esta peli con reminiscencias feministas además.

De esta otra version TV que comentais ni idea https://www.imdb.com/title/tt0394853/?ref_=fn_al_tt_6

Y de esta idem https://www.imdb.com/title/tt0037677/?ref_=nv_sr_srsg_0

En el 2009 se inauguró una placa en memoria de Howard y los demás ocupantes de aquel avión, y los que ocupaban otro avión que también fue derribado unos meses antes, precisamente a unos dos kms de Cedeira, un pueblo costero en el norte de A Coruña.