Hombre, partimos de una base... al gran público les gustan estas historias siempre y cuando se correspondan con el amor idealizado, romántico y clásico. Teniendo en cuenta lo que actualmente sabemos de sus relaciones extramaritales y sus respectivas orientaciones sexuales, encuentro complicado venderla sin acercarse a los verdaderos conflictos (erótico-sentimentales) de estos personajes.
Y me hace gracia, porque en su momento los críticos tacharon de blanda una película como "Descubriendo nunca jamás", que dejaba clara la asexualidad de Barrie. Y todo porque no contaba las posibles miserias sobre las que había teorizado la sociedad de la época y jugaba con la cronología (el personaje entró en contacto con los Lewlyn mientras vivía el cabeza de familia).
Por esa regla de tres, despellejarían esta posible versión clásica.
PD: Incluso puso el grito en el cielo gran parte del público cuando Oliver Stone planteó la homosexualidad de Alejandro Magno. Qué sorpresa!