Hola, buenas tardes a todos.
Aviso, hoy tengo el día sensible
. Antes de decir nada, vaya por delante que he visto ambas películas.
Servidor sufrió una parálisis cerebral poco después de nacer. Dicha parálisis afecto únicamente a mi sistema motriz, y como consecuencia de ello, además de desplazarme en silla de ruedas, tengo problemas de coordinación más o menos severos en todo el cuerpo.
Todas las interpretaciones recientes premiadas con el Oscar que he visto, basadas en algún tipo de discapacidad física o mental, han estado recubiertas siempre de una ligera capa de artificialidad y exhibicionismo que me ha enfadado ligeramente, porque no decirlo.
Reproducen los síntomas o los tics asociados a la enfermedad en cuestión de manera sobresaliente... un trabajo excelso de precisión, ensayo y coordinación. El problema es precisamente ese,que se acaba notando que todo es una representación, que todo está ensayado y calculado hasta la médula por un interprete que lo basa todo en la parte física, sabedor de que, si lo hace bien, a poco que la película sea bien recibida por la crítica puede caerle el premio gordo.
La parte emocional, o mejor dicho, como interactúan tu razón y sentimientos con aquello que le ocurre a tu cuerpo, es algo que casi nunca he visto plasmado satisfactoriamente y que obviamente, plantea una dificultad mucho mayor que el mero entrenamiento vocal y/o físico.
La única excepción para mi sería el monumental
Christy Brown de Daniel Day-Lewis en "Mi Pie Izquierdo", donde, como por otra parte viene siendo costumbre, Day-Lewis no actúa, es. Transmite humanidad, verdad, y posee una progresión y comprensión emocional de lo que le sucede que es , ni más ni menos, que la vida, en un personaje a menudo contradictorio y no siempre agradable; con sus cosas buenas y sus muchas cosas malas para con aquellos que le rodean.
Claro que, por otro lado, posiblemente estemos hablando, quizá, del mejor actor vivo. Posiblemente.
Respecto a Eddie Redmayne, su interpretación y la de Felicity Jones son los dos baluartes principales de un film que, por otro lado, comprendo por que no le atrae a
Marty, pues los vicios habituales de este tipo de cintas se dan cita de nuevo aquí : realización telefilmesca y plana , guión que intenta volcarse en el hombre y no en el científico a traves de la relación con su esposa para ofrecer un elemento diferenciador al biopic mil veces visto, pero que termina cayendo también en ese área en todos los lugares comunes posibles etc etc).
No obstante, como en toda la producción, hay en la interpretación de
Redmayne, y se hace más patente conforme va progresando la enfermedad, esa sensación de que es consciente de estar ante la oportunidad de su vida, e intenta, temeraria pero comprensiblemente, convertirse en la encarnación definitiva de
Hawking en la gran pantalla, cayendo no pocas veces en la caricatura involuntaria. Respecto a la evolución y percepción emocional de su enfermedad, el actor no puede evitar caer en su repertorio de muecas y mohines habituales, pese a esforzarse, lo que acaba por sacarle a uno de la película.
Michael Keaton, por otra parte, hace algo para lo que hay que tener mucho valor: Realiza un ejercicio de análisis y autocrítica a través de la película, exorcizando por el camino unos cuantos demonios, en una película que es mucho más personal de lo que parece a simple vista.
Ahora bien, Keaton no opta por el camino facil, y ni su
Riggan Thomson, ni por supuesto,
Birdman, son una proyección caricaturizada de su forma de ser, sino que, compartiendo determinadas constantes emocionales, son caracteres con entidad propia, y su propio arco vital. Asimismo, Keaton evita caer en el patetismo dotándolos de aristas y sutiles matices (imprescindible la V.O)
Su labor interpretativa es, como de costumbre, intachable, con especial atención a su mirada y su trabajo vocal (dos de las principales armas del actor a lo largo de su carrera). Si a eso le sumamos las virtudes cinematográficas del film de Iñarritu, tenemos un claro ganador, en opinión de un servidor.
Mis disculpas por el tocho.