El problema de hacer una secuela de Bitelchús es que se juega con la nostalgia. A todos nos gusta Bitelchús porque la vimos bajo unas condiciones de época y edad específicas. Ni los efectos de hoy en día tienen el encanto de aquellos ni tenemos la misma edad. Lo que nos parecía genial en aquella película hoy en día nos parecería ridículo. Pensadlo... es que ni Burton tiene la misma imaginación e inventiva. Me parece mentira que el Burton de Eduardo Manostijeras o Bitelchús sea el mismo que el de Alicia (por poner sólo un ejemplo sonrojante de su cine actual... desde mi punto de vista, claro). Antes con menos medios te hacía películas con alma. Así que quizás Keaton tenga razón, y hay cosas que mejor dejarlas en el recuerdo.