Tema: Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017)

Iniciado por Synch

E interpretada por él mismo pues en 1982 su música fue interpretada por la orquesta y no fue hasta 1994 que salió un álbum con la música original interpretada por el propio Vangelis.

A mi la versión orquestal me gusta (mucho, pero mucho) pero darle ese toque más new age a la nueva película (de nuevo, a lo Tron Legacy) podría ser un acierto.

Lo que dices es respecto a la venta posterior de la película de la banda sonora. Como muy bien dices fue interpretada por una orquesta y no fue hasta el 94 cuando salió por fín la original, pero en la película lo que suena está interpretado por Vangelis y es totalmente electrónica.

Iniciado por Kuouz

Lo que dices es respecto a la venta posterior de la película de la banda sonora. Como muy bien dices fue interpretada por una orquesta y no fue hasta el 94 cuando salió por fín la original, pero en la película lo que suena está interpretado por Vangelis y es totalmente electrónica.

Sí, sí, me refería al lanzamiento comercial. A mi me gusta más la versión de Vangelis pero debo reconocer que la orquestal tenía también ese algo... El End title con batería y todo tiene su punto, tanto que me gusta casi (casi) tanto como la de Vangelis. El resto, especialmente las inmortales Love theme y Memories of Green ya no me las imagino de otra forma que no sean con los teclados y sintetizadores.

Iniciado por Synch

Sí, sí, me refería al lanzamiento comercial. A mi me gusta más la versión de Vangelis pero debo reconocer que la orquestal tenía también ese algo... El End title con batería y todo tiene su punto, tanto que me gusta casi (casi) tanto como la de Vangelis. El resto, especialmente las inmortales Love theme y Memories of Green ya no me las imagino de otra forma que no sean con los teclados y sintetizadores.

De hecho el "End Titles" orquestal se usó mucho en TVE en los años 80 y 90. Yo prefiero la versión original, pero de la versión orquestal es sin duda el "End Title" el más logrado. Sí he de decir que durante un tiempo el "One More Kiss, Dear" de la versión orquestal me gustaba más que el original. Pero era la única excepción.

Me dejó perplejo leer que se iba a hacer esta secuela. Es factible, pero, para mi sensibilidad, innecesaria; porque "Blade Runner" me parece arte, una literal obra de arte, sin intentar ser excesivo, sino crítico. Y, ante eso, uno siempre tiene la sensación -coherente- de haber visto algo redondo, completo, sin necesidad alguna de continuidad.

Dicho esto, agradezco que, puestos a perpetrar la inesperada y nunca reclamada secuela, hayan escogido un director como Denis Villeneuve, cuando lo propio, en los tiempos que corren, hubiera sido escoger a Colin Trevorrow, McG, Justin Lin, o alguien dispuesto a hacer algún refrito cual Armin Van Buuren, pero sin asumir ni un solo riesgo u opción creativa.

No obstante, si hay que parir una secuela ideal, yo optaría por un Rick Deckard hecho polvo 30 años después con un gran vacío interior post Paul Sartre, que deriva en una depresión oscura, vacía, distante. El paso del tiempo le ha demostrado que no era un replicante, su físico se ha ido degradando habiendo traspasado con holgura el límite de vida de éstos, y la edad, y el paso del tiempo, lejos de permitirle disfrutar de una vida normal, le ha hecho imposible abandonar una idea crucial: las personas también nos estamos muriendo, y todo lo que hemos vivido, lo que tenemos, y quienes nos rodean, se disipará. Nos iremos como lágrimas en la lluvia, y no sólo esos momentos se perderán, sino que algún día alguien vivirá en nuestra casa sin siquiera haber oído hablar de nosotros. Y no podemos evitarlo. Cualquier cosa que hayamos hecho, cualquier recuerdo, o sonrisa, desaparecerá, y, después, la eterna nada. Morir sin rastro.

Cuando Rachael muere de cáncer, Deckard ve el lugar donde han vivido 30 años, y cada esquina que aún huele a ella. Semanas después, incluso el olor comienza a desaparecer, y las esquinas le recuerdan más a lo que sintió cuando murió que a ella. Por eso ahí toma una decisión radical: la única forma de "permanecer", de que algo de lo que vivió o soñó perdure, y acceder así a un mínimo de trascendencia, es... ser un replicante, sin fecha límite de funcionamiento.
Quema la casa, ve cómo todo se destruye, incluyendo todo lo que dejó Rachael, y se dirige a la Tyrell Corporation. Quiere que hagan un replicante de sí mismo, y le traspasen su conciencia, pero, ante todo, sus recuerdos. Sabe que es posible. Tiene que ser posible. Quiere creer que es posible. Lo necesita. Al igual que encontrarle explicación a una imagen que, poco a poco, se ha despejado su mente: cuando murió Rachael vio observándolo en el hospital a un viejo conocido. Eldon Tyrell. Vivo. Y no había envejecido.

Esto para los primeros 50 minutos de película, casi sin diálogos. En la siguiente hora y veinte Deckard será el terrorista que intentará sabotear la Tyrell Corporation para lograr entrar. Y la ciudad está aún mucho más sucia que antes. Al final lo logra, obliga al replicante Eldon Tyrell a hacer su propio replicante, y traspasar sus recuerdos y su conciencia. Sale de allí, y camina por la ciudad, pero todo el mundo le es ajeno, estropeado, indiferente. Pregunta por un conocido en un bar, pero ya nadie lo conoce. Quizá ya haya muerto. Sale de la ciudad, y se dirige a donde estaba su casa con Rachael. Sólo quedan los restos del incendio. Recuerda con cariño cuando Rachael le decía al oído que pasase lo que pasase ellos siempre serían mejores que los replicantes, eran PERSONAS. Sonríe. Ha encontrado algún tipo de paz o felicidad interior. La echa de menos, pero sus recuerdos siguen ahí. Entonces sube al coche, pero sólo unos metros después de arrancar, lo para una patrulla. Le piden la documentación. Le hacen el test Voight-Kampff. No lo supera. (...) La patrulla marcha deprisa ante una llamada, no sin antes dedicarle algunas palabras de desprecio. Deckard queda sólo. Vuelve la expresión de vacío. Las dudas. Mira atrás, las cenizas de su casa. De su vida. Grita: "¡Rachaeeel". Mira sus manos. Corre hacia los restos. Se sienta en lo que queda del antiguo sillón en el que se sentaron durante años. Se queda en silencio. No hay nadie más que él. Un minuto observando los restos en el suelo. Ya sólo queda él. Un coche pasa de largo. Ve un viejo manual de su época de blade runner dedicado al test Voight-Kampff. Otro coche pasa de largo. Silencio. Otro coche pasa de largo. Encuentra el unicornio. Funde a negro.

A esto idealmente le hubiera sumado un director tipo David Fincher, y sí hubiera invitado a Vangelis de nuevo. Aunque si se pretende algo más rotundo, complejo, existencial, y a la vez épico, David Lynch dirigiendo y Jean-Michel Jarre en la BSO.

Sí, esta hubiese sido mi secuela ideal.

Sólo espero que el tesón de Villeneuve impida que ésta sea otra secuela innecesaria que lejos de aportar o continuar algo, acaba siendo otro fracaso que depaupera la herencia del original.

Iniciado por Kuouz

De hecho el "End Titles" orquestal se usó mucho en TVE en los años 80 y 90. Yo prefiero la versión original, pero de la versión orquestal es sin duda el "End Title" el más logrado. Sí he de decir que durante un tiempo el "One More Kiss, Dear" de la versión orquestal me gustaba más que el original. Pero era la única excepción.

Posiblemente porque en esa versión tenía algo más de cabaret, nostálgico y hasta de cine negro.

Desde luego es una BSO descomunal. Pero descomunal.

Iniciado por Synch

Posiblemente porque en esa versión tenía algo más de cabaret, nostálgico y hasta de cine negro.

Desde luego es una BSO descomunal. Pero descomunal.

Lo es. Y desde mi punto de vista una de las mejores y más originales de la historia del cine. Y creo que no exagero nada. Pocas veces una banda sonora se ajustan tan perfectamente a unas imágenes hasta el punto de que sin esa música la película pierde gran parte de su atmósfera.

El trabajo de Vangelis es alucinante... Y porque no Kraftwerk tras las máquinas para la secuela? XD

DE hecho, a mi "me gusta" el final impuesto solo por oir la musica en su explendor y su fundido con los creditos.