En mi opinión, el problema está en que ahora se pretende transformar todo para que coincida con la realidad presente o con lo que se considera políticamente correcto en la actualidad o con los deseos de algunos colectivos. Y las obras de ficción, sean cuentos, novelas, canciones, etc, corresponden a su época y a la realidad de entonces o al modo de pensar que se tenía, o incluso a la voluntad argumental del autor. Y eso es sociología, es el reflejo de una época o de un modo de pensar. Pretender otra cosa, desde la realidad actual, es querer distorsionar la Historia y el testimonio de la percepción de la realidad que se tenía en cada momento de la Humanidad.
Centrándonos en el caso de Blancanieves, las críticas parecen excesivamente apresuradas e injustificadas.
En primer lugar porque aún no se sabe cómo se va a enfocar argumentalmente la película, por lo que se está prejuzgando.
En segundo lugar porque, si se ajustara a la obra original, no haría más que ser una translación de un cuento escrito en el siglo XIX, a su vez basado en narrativa oral tradicional. Si evitáramos o elimináramos de la literatura o de la pintura todo aquello que actualmente nos parece injusto o inconveniente, habría que arrancar muchísimas páginas y eliminar muchos lienzos, y se incurriría en un ejercicio de censura inaceptable.
En tercer lugar porque, si se ajusta a la visión de animación de Disney, en vez de al lúgubre relato de los Grimm, los enanos aparecen más bien como los tradicionales gnomos (no hay más que ver los gnomos de jardín para comprobar las semejanzas). Según los estudiosos de la obra de los Grimm, sus cuentos tomaban muy a menudo realidades cercanas como puntos de partida, y teorizan que los enanos de Blancanieves eran una traslación de los trabajadores infantiles de las minas de hierro alemanas, que envejecían prematuramente y vestían abrigos largos y gorros de colores. Pero en el cuento responden más a los enanos o elfos de la mitología nórdica, y en la versión Disney se parecen más a la tradicional apariencia de gnomos de tradición celta. Pero prácticamente todos los países del Norte de Europa incluyen este tipo de personajes en su folklore. ¿Por qué habrían de convertirse en tabú? ¿Ya no se deben representar "Los Nibelungos", por ejemplo?
Por otra parte, Dinklage habla de los personajes del cuento como si en él tuvieran alguna connotación negativa, cuando son realmente la parte positiva del relato: viven tranquila y armoniosamente en su cabaña del bosque, trabajan en su mina (los enanos nórdicos están ligados a lo subterráneo y a la búsqueda de metales y piedras preciosas), acogen a la desfavorecida, la defienden...
Entonces... ¿dónde estaría la indignidad de esos personajes, aún en el caso de que la película de imagen real fuese muy parecida a la versión animada?
Probablemente el "conflicto" se resuelva fácilmente, como ha insinuado la Disney, presentando a unos seres silvestres indefinidos entre gnomo, duende y elfo, seguramente con técnicas digitales. Pero... ¿por qué no podrían haber sido interpretados por personas como Dinklage, con acondroplasia? No veo muy bien por qué eso hubiera resultado humillante e indigno para actores que cobrasen voluntariamente por ello. ¿No resultaría entonces más indigno interpretar a una villana vanidosa, envidiosa y asesina que pretende matar a su hijastra porque es guapa? No acabo de entender el asunto.
Dejando aparte el caso concreto de Blancanieves, resulta un tanto contradictorio que algunos colectivos (respetabilísimos, por cierto) se quejen, con razón, de la usurpación de papeles de su etnia por parte de actores de otra, pero que no tengan reparo alguno en invertir la situación. Es decir, se critica, e incluso se tacha de intolerable, que Laurence Olivier se disfrace de moro de Venecia en "Otelo", pero resulta muy aceptable y verosímil que Denzel Washington sea un noble escocés en "Macbeth". ¿No es tan inadecuada -o tolerable- una cosa como la otra?
De hecho, ¿no es una distorsión la súbita aparición en la representación de las cortes medievales o de la alta sociedad del XIX de una proliferación de asiáticos y africanos, de matrimonios interraciales, etc, como si esto hubiera ocurrido realmente? Que se refleje que esto ocurre ahora y que debe entenderse como perfectamente normal es una cosa, fingir que lo ha sido en siglos pasados es una distorsión y falsea la Historia. Y no creo que favorezca a nadie que se extienda tal falacia.
Por este camino de entender cada pequeña cosa como una ofensa y una indignidad intolerable, no sólo no van a poder aparecer miembros de colectivo alguno en ninguna ficción, si se estima que sus personajes presentan algún rasgo negativo o paródico o "dudoso", sino que tampoco va a poder aparecer nadie que no sea absolutamente intachable y neutro física y psicológicamente (signifique esto lo que signifique), por si se considera que ser cojo, manco, tartamudo, tuerto, paralítico, mudo, camionero, cirujano, pintor, heterosexual, binario, homosexual, rubio, moreno, mujer, hombre, bajo, alta, pobre, rico, deprimido, etc.... constituye una crítica inadmisible al colectivo que supuestamente representan.