Buen apunte.

De hecho, el 80% de los doblajes españoles son adaptaciones libres, y verlas en v.o. es como ver otra peli distinta.
Por no hablar de las músicas, que al no poder separar de la voz doblada en la época clásica, nos regalaban no solo adaptaciones libres del texto hablado sino que también bandas sonoras realmente "originales" (el caso de Carta de una desconocida es un ejemplo fantástico, en donde se suprime la b.s.o. y se cambia por la música clásica que, por lo visto, más le gustaba al director de doblaje de la época).

Siempre me acuerdo de "Bananas", en la que cada vez que en la v.o. se refieren al tirano como "dictador" en la versión doblada lo convierten en "presidente" o "adalid".