Apesta... mucho. Pero en el fondo, una secuela directa a DVD/BD, mantiene exactamente el mismo espíritu de muchas ahora "clásicas olvidadas" cintas que en estos tiempos se elevan a los altares sin ser más que bazofia barata, encumbrada por haber tenido una portada llamativa en los estantes del videoclub.
Lo de Ronny Cox tiene su gracia, eso sí.