Lo que está claro es que legal no es. Si descagáis el fichero de películas en formato doméstico, que tiene
el Ministerio de Cultura, veréis que los derechos pertenecen a
Warner desde 1993, sin caducidad.
Eso sí, lo que Warner no puede pretender eternamente, es tener secuestrado un patrimonio de la humanidad porque le de la gana, existiendo la pista en Castellano. Y para una vez que la despreciable
Resen, parece que hace bien su trabajo, le echan el alto (con razón). Por lo que se ve en las fotos de que ha colgado Stephen,
Resen había pagado las licencias y no le habían puesto trabas hasta que el producto estaba medio distribuído. Y cómo yo la he comprado legalmente en un portal legal, moralmente tengo un producto original inédito, paralizado por un Ministerio que no sabe las licencias que concede, y una major más preocupada por editar carátulas dobles, en vez de clásicos de su catalogo.
Que espabile
Warner, porque esta vez
Resen gana.