Scarr, mi sincero sentimiento con todo esto se resume en una palabra: decepción. Y a la vez siento pena por aquello que pudo haber sido pero no es ni lo será. Aquí se empezó con mal pie desde el principio, y se ha terminado peor.
Personalmente les deseo lo mejor tras el cierre de la empresa. Y aunque todo lo que está pasando puede parecer traumático, creo que ha servido para marcar el camino a próximas editoras que partan desde cero. Lo que más pedimos es calidad, transparencia y capacidad para reconocer errores. Si uno (o más) de estos factores falla, mal asunto.
Lo dicho, les deseo lo mejor, porque no son mala gente por lo que he podido tratar con ellos, y salta a la vista que comenzaron este proyecto con ganas e ilusión. Pero creo que jamás tenían que haberse enzarzado en discusiones y ahora no tenían que haberse ido de este modo cancelando dos lanzamientos de presunto éxito. Han pecado de impulsivos.