El problema no es únicamente español: prácticamente la totalidad de los títulos que editan Resen, Llamentol, Sotelysa, etc, tampoco están editados en USA o Alemania o UK por las majors, sino por editoras independientes que adquieren los derechos de aquellas obras cinematográficas de las que las grandes productoras se han desentendido, excelentes películas de fondo de catálogo que los estudios no consideran rentable editar y comercializar.