Ahora todo BD-R.

Pero que nadie le eche la culpa al chachachá.

Si el mercado admite y compra mierda, mierda se da al mercado.

No había justificación alguna para permitir que el BD-R penetrara en el mercado, es la consecuencia de la permisividad de quienes han comprado estas ediciones y han conseguido instalarlas.

Un éxito para las distribuidoras con la connivencia de esos compradores a los que les daba igual el producto.

Ahora que no se queje nadie, que la situación era previsible.