Bueno, el "problema" de los influencers (en pelis o en el terreno que sea) no solo (exclusivamente) radicaría en ellos mismos.
Tiene otra vertiente, que es quien recibe la "información".
A mí no me parece mal (ni bien) que alguien trate de sacarse unos cuartos o de conseguir unas pelis gratis a cambio de hacer publicidad de las ediciones que van apareciendo. No creo que deje de ser eso, publicidad (no publicidad de las propias distribuidoras o editoras directamente, sino una publi más "indirecta". Y la publicidad siempre se ha basado en destacar las cualidades del producto que trato de vender, omitiendo sus fallos o partes negativas. Estoy en contra, claro, de la publicidad engañosa, que ese es otro tema.
Pero que me pongan unas fotos y me digan "ya ha salido tal o cual edición, mirad que caja más bonita, y tiene muchos extras, y blablablá", me parece de lo más normal. Y que se callen que la imagen es regulera, o que los subtítulos tienen faltas, etc, también me parece normal.
Otra cosa es quien recibe esa información, al que también hay que pedirle un poco de sentido común. Si me dicen que Krull lleva el ratio incorrecto pero que se ve muy bien, no considero que me estén engañando; puedo considerar que me quieren tomar el pelo un poco, pero ahí cada cual tiene sus límites; en cuanto oigo que tiene mal el ratio, ya dejo de escuchar el resto; pero también hay gente a la que le da lo mismo el ratio y se tragan el sapo.
No sé, nunca he comprado un producto porque me lo venda un influencer, y veo muchas fotos y comentarios de gente que seguramente lo serán, porque a mí sí me gusta instagram y lo uso mucho. Tiene una inmediatez para ver cosas que acaban de salir o que salen en pocos días que no me la ofrece ningún otro medio. Hasta donde quiere informarse uno, o si le vale con ver dos o tres fotos y comentarios tipo "qué guay", es un problema no del "vende humos" sino del "compra humos".
Para hablar de las bondades y defectos de las ediciones no podemos acudir a "influencers", sino a "críticos". Y, por desgracia, crítica en esta materia (cuestiones técnicas de a/v/extras) si que no hay nadie, o nadie que yo conozca al menos, en España. En redes sociales solo hay "pseudo" crítica de películas (con un nivel entre pobre y lamentable), ya que la "democratización" de la opinión que traen de la mano las redes ha llevado a que cualquier iletrado se permita hablar de aspectos cinematográficos de los que muchas veces no tiene ni la menor idea. Ya sabéis el ejemplo típico: gente que no ha leído un guión en su vida hablando de que este o aquel guión "hace aguas" o "tiene agujeros" (suelen usarse además estas frases o expresiones hechas, que se van reflejando de cuenta en cuenta de redes sociales). Y, claro, una cosa son comentarios de aficionados al cine como nosotros por ejemplo, aquí, en el foro, y otra cosa debería ser gente que se autoreviste de la condición de "crítico" de cara al público (incluso cobrando por ello).
En resumen; seres humanos a los que les llegue una edición y, cuando proceda, la pongan a parir, sólo lo vamos a ver en sitios como este, en el que nos une el desinterés económico en esta materia y la afición por nuestro hobby de comprar pelis. Pero va a ser chungo encontrar este tipo de críticas en redes sociales, sobre todo en cuentas de gente que cobra por hacer publicidad, claro. Y un influencer cobra (en dinero o en especie) por hacer publicidad. Si tu trabajo es vender motos, no te voy a lapidar por tratar de venderme una moto; y si me avisas de que lleva las ruedas cuadradas, pero es porque ahora se ha demostrado que así la moto corre más, y te la compro, pues vamos, que el que tiene un problema, más que el vendedor, soy yo.
P.D.: Por cierto, que lo digo siempre cuando hay un problema como el de la ausencia de castellano, u otros problemas técnicos que hemos visto en muchas ediciones... Todo lo que no sea retirar de la venta el producto desde el minuto cero (y eso se hace con un correo electrónico dirigido a cuatro tiendas) obedece únicamente a la intención de seguir haciendo caja mientras veo cómo soluciono un problema. Eso es vender algo defectuoso sabiendo que es algo defectuoso (no lo digo por las tiendas, sino por el editor/distribuidor), y sí que me parece (como me lo ha parecido siempre) una práctica absolutamente reprobable. Creo que a día de hoy, siguen a la venta las ediciones para aprender alemán en todas las tiendas... Y por ahí sí que no se debería pasar.