-Buenaaas. Que vengo a por una calificación por edades.
-Pueees... yo le echaría unos cuarenta y tantos.
-No, señor funcionario, para una película.
-A su edad puede entrar ud. a todas sin ningún cargo de conciencia.
-Ya, pero que es para editarla en Blu ray.
-Ah, esa cosa antigua de los formatos físicos que ya no se llevan.
-Sáctamente. Mire, le traigo un acta de mi primo el notario que atestigua que yo digo que "Ben-Hur" es mía.
-Anda, qué suerte tiene usted ¿no?
-Pues ya ve, lo que es hacerse amigo de la gente de Jólivu. Hay munchas películas que son mías y mu mías pa mí pa siempre, y que se lo digo y repito al primer notario que se tercie, oiga.
-Con esta de "Ben Hur" puede ud. hacer un buen dinero, que salen caballos, romanos y barcos...
-To er dinero é güeno, pero no se crea, apenas venderé diez copias por provincia.
-¿Sólo?
-No, con mi compañía Rementol Internacional, que en realidad es más bien una ONG cinematográfica al servicio del pueblo español.
-No, si digo que ¿sólo vende 10 unidades por provincia? Vamos, que en Madríd, Barcelona, Valencia... ya venderá más de 10 ¿no?
-Ya, ya, pero ¿y Cuenca, que es muy suya? ¿y Jaén, que no les gustan las de romanos? ¿y Ciudad Real, que están empeñados en que los discos no sean -R, fíjese usted qué tontería?
-¿Y qué es eso de -R? ¿Que la película ahora se llama "Ben-Hu" o que los discos son Blu Ay?
-No, que yo utilizo unos discos de tecnología punta que me fabrican unos chinos amigos míos y que posibilitan lo que en términos científicos llamamos almost certain desynchronization, random failure and fast self-destruction; imagínese usted el desembolso que supone este refinamiento a lo Misión Imposible.
-¡Lo que inventan!, eso tiene que ser incluso mejor que lo del Disco Versatil Digital aquel que vendían amontonaos en los Carrefures.
-Y hasta mejor que el VHS, y además en estuche azul que es un color mu bonito. Y en la carátula le vamos a poner de tagline: "una istoria hépica: de quando encorrían los kabayos en el cirko ". Mola ¿eh?
-Razón que lleva usted. Pues nada, que le sello ahora mismo la calificación por edades para que pueda usted atender a esos 500 afortunados de cualquier edad que comprarán su película de usted.
-Gracias. Ya vendré a por más, que tengo munchas. De paso, deme usted un impreso de solicitud de ayudas a las ONG, que se me ha ocurrido que a lo mejor tengo derecho a una.
-Hombre, eso ni se duda al ser usted un benefactor del mercado poniendo a disposición del público su patrimonio cinematográfico personal.
-Y que crece por momentos, oiga usted.
-Pues, hala, a disfrutar.
-Y usted que lo vea, buen hombre.