MI PROBLEMA -inobviable- con el streaming (más allá de la calidad audiovisual, que es bastante inconstante) es el catálogo, TANTO en series (encuentro UNA REALMENTE reivindicable de cada ¿siete? ¿diez?) como SOBRE TODO en películas (a poco que te alejes, no ya del mainstream, sino incluso de la vertiente MÁS popular del mismo, estás JODIDO JODIDO). Soy usuario de Netflix (cuenta compartida, por supuestísimo) y mi CINEFILIA (puntualmente cinefagia) NO podría sobrevivir con las propuestas disponibles atendiendo a mi perfil más allá de -igual- un par de meses ergo 1500 títulos FÍSICOS ME contemplan y los que ME rondarán mientras ESTO no cambie (y no albergo esperanzas). Eso sí, de un tiempo -prudente (algunos años, diría) - a esta parte soy MUCHÍSIMO MÁS SELECTIVO con mis adquisiciones.