Esa es una de las cosas que menos me gustan de las producciones actuales. Pronto no existirá ni el maquillaje ni la fotografía, de hecho ya podríamos llamarala infografía. Aún así y aunque me reviente prefiero pensarlo lo menos posible porque si no no difrutaría del cine y Benjamin Button es un gran film que merecía más alabanzas (y premios) que los ultrasobrevalorados slumdogs. Una pena