Recuerdo que en aquella época, en la que todo hijo de vecino tenía un "on zinema" sin saber ni cómo encenderlo para adornar como en navidad sus paredes, las editoras lo consideraban razonable con tal de sacar sus películas en cinco punto mierder (cuando no las remasterizaban en cinco punto enlatado). Pero a mí también me extraña que este título corriera tal suerte, con lo bien que sonaba ya en manos de la Lauren, sabiendo que no sucedió con otros similares tras la caída de Polygram.