Perdona, pero no estoy en absoluto de acuerdo con esta contemporización. Las películas son como son y una empresa no debería poder mutilarlas a su capricho (y encima sin avisar de que comercializan una copia cortada), estén supuestamente destinadas a niños, a adultos o a abuelitos.
Esto de que las películas en España hayan de tener un metraje u otro según la integridad del doblaje que se conserve es un despropósito y una estafa al consumidor.
Y no dudo que haya gente que piense que es más chapuza dejar unos planos en v.o.s que cortarlos, pero otra parte -quizá mayor- de los compradores deseará tener el metraje completo, tal y como pudo verlo en los cines, antes que una copia con agujeros.