Tema: La sustancia (The Substance, 2024, Coralie Fargeat)

Iniciado por Casiusco

Ummmm... no sé yo si anda el mercado como para que fuesen a poder sumar la caja contenedora como compensación. Ni siquiera que alguien debiese siquiera pedirlo.

Y desconfiar de ellos a partir de ahora, por esto, que sólo ha ocurrido una vez... En mi caso pesa mucho más todo lo positivo que hacen. Y que confío en ellos y en que tengan una explicación coherente, que ni siquiera voy a pedir.

Con lo del la caja.... me pasa algo peculiar.

Hace muchos muchos años recuerdo una discusión por aquí sobre la importancia -o no- del embalaje, contenidos vs. continente. Y alguien repetía aquello de que la película la ves una par de veces, pero la caja la ves todos los días.
Luego lo leí en otros sitios, y me hizo gracia. Me parecía absurdo, lo principal era la película, luego los extras, la caja era lo último. Y fui idiota, y me reí de eso no sin cierto desprecio hacia esa opinión. La discusión quedó ahí.
Ahora adoro las cajas, pero ya es tarde.

El envoltorio es la base, el alfa y el omega, del formato físico.
Se puede tardar más tiempo o menos en caer en la cuenta, pero al final siempre se cae.

Y ojo, que no digo que la caja sea más importante que la película; sería absurdo, porque si no me encanta una peli no quiero una caja para nada. Lo que sí digo es que la caja es vital en el formato físico, porque si lo importante es la película, descarga digital 4k por unos euros y a vivir, que son dos días, o ni eso, a disfrutarlas en streaming (la diferencia de calidad a/v no suele compensar 6 o 7 euros vs 20 ó 25). Ahora bien, una caja bonita, bien presentada, con nuestro tesoro (la película) dentro... ufff... eso no hay quien lo supere.

En fin, más o menos bromas aparte, una cosa es indudable: lo que está salvando a día de hoy el formato físico son las cajas (digis, steelbooks, cajitas con chuches, etc). Parece que uno obtiene algo más a cambio de su dinero, y además da mucho gusto luego sobetear la cosa en cuestión; además, estas ediciones presentan un valor añadido de coleccionismo que hace relativamente más fácil su salida si, por lo que sea, queremos desprendernos de ellas más adelante.

Si dependiéramos de las ventas de cajas azules o negras de plástico con pelis dentro a 20 o 25 pavos, creo que no quedaría ni una distribuidora viva. Esto es una simple opinión personal, tan válida como cualquier otra; no hace falta rebatirla .