No es que lo dude, es que compruebo que sí puede hacerse (y en una coyuntura económica plenamente desfavorable).
Nadie dice que el ritmo de edición de estas películas deba o pueda ser de 12 al mes o de 5 al año. Es evidente que no pueden comercializarse como blockbusters, ni en frecuencia ni en cantidad. Nadie ha dicho nunca tal cosa. Lo que sí se ha asegurado reiteradamente es que en España este material no podía editarse, que la compra de derechos legales era prohibitiva, que no existía mercado en absoluto, que sólo habría cuatro locos interesados en comprar, y que, por supuesto, comercializar algo de esto en BD en nuestro mercado era un inmediato suicidio comercial.
Bueno, es posible que, a la larga, el experimento de A Contracorriente se base en un cálculo pésimo de expectativas y en una empecinada ansia de pérdidas económicas, pero, por ahora, afortunadamente para todos, no lo parece. ¡Ojalá siga la fiesta! Falta nos estaba haciendo una editora con sensatez, capacidad de gestión y respeto por el cine y el consumidor. Ojalá hubiera más empresas como A Contracorriente.