Para mí al revés. Su última etapa era una deuda que se tenía con Rohmer, que nunca hemos gozado de buenas ediciones. Demy es una apuesta por otro cine. Y entre medias nos han colado algunos clásicos -capitales- de hollywood, un KUrosawa y algún que otro clásico moderno. Sin contar lo de Chaplin, que es otro monumento.