Aprovecho para recomendarla encarecidamente a los amantes del “terror de auteur”, ya que en su retrato del las aspiraciones frustadas de una joven por acceder al universo del glamour y el famoseo, y su flirteo constante con una doble realidad percibida, la película de West funciona como reverso intimista de la mucho más vistosa e igualmente recomendable “Last Night in Soho”. A priori, parecen films muy distantes entre sí, pero los puntos en común no son pocos. Echadle una ojeada, pues aporta un soplo de aire fresco al género.
Saludos.
Edito: Todos los caminos nos llevan a Mulholland Drive![]()