Lo peor de todo es que probablemente, ese gasto extra no es debido al disco en sí, que como en las temporadas anteriores era una única autoría, sino a las carátulas traducidas y personalizadas para España e Italia. Con lo fácil que sería importar unas cuantas unidades de la versión británica, como hacían en los viejos tiempos del vinilo las multinacionales discográficas con los discos en los que preveían bajas ventas.

Está claro que España e Italia son mercados "deprimidos" por la crisis; pero les han hecho lo mismo a los nórdicos, que representan un mercado de 25 millones de clientes con un poder adquisitivo elevado. Incomprensible. Pero lo cierto es que Paramount está editando muchas series en Alemania o Francia que aquí no es estamos viendo el pelo.