En mi personal y absurdo recorrido en el camino de la valoración de pelis, tras darme cuenta de que adoro muchas películas que yo creía malas, y tras descartar la más absurda idea de que yo era imbécil por adorar pelis malas, alcancé un estado de semi-iluminación que me permitió llegar a la conclusión, absurda igualmente, de que las pelis malas eran buenas.

En un un paso más hacia ninguna parte fui consciente de que muchas películas buenas me parecían un tostón, y casi caigo en el error de pensar que la culpa era mia porque no sabía apreciarlas.

Subiendo el penúltimo escalón hacia mi particular nirvana, tomé conocimiento de que debía abandonar inmediatamente el uso del buena/mala. Abracé la filosofía pura en la que sólo existe el me gusta/ no me gusta.

Y ya al fín, desde este estado de plena lucidez remachado de indisimulado hedonismo, puedo proclamar sin pega alguna que Suspiria es una POM. Supongo que con imperfecciones, claro. Pero con "eso" que no se ve, ni se aprende, ni se compra, que hace que una obra de arte trascienda, recopile millares de seguidores, y haga que sea querida por mucha gente a lo largo de los años. Otras películas, más buenas, necesitan 100 años para ser clásicos (o nunca llegan a serlo), y Suspiria hace mucho que lo es.

Y encima en amaray rojo. Hay que joderse. Voy a reservar otra.