En ningún momento se le ha dicho, que de puertas para dentro de su casa haga lo que quiera con la imagen. Tan solo se ha dicho que el formato real es 4:3, y por mucho que lo altere a su gusto, lo que estará viendo invariablemente es un fraude. Sí, el fraude que él haya elegido, pero fraude a fin de cuentas. Es como si a partir de ahora, me dedico a ver solo la tabla central de El Jardín de las Delicias; nadie puede reprocharme mi obsesión por ver solo esa parte, pero por mucho que me empeñe, existen otras dos tablas a ambos lados.