Yo utilizo un principio básico a la hora de decidir si el mismo producto lo compro en España o fuera: el precio y el servicio. Si es el mismo, por comodidad compro aquí: me voy con el artículo ya en la mano, no hay período de espera y directamente de la tienda a la proyección en casa. Pero si fuera me cuesta menos, ya le pueden dar morcilla al mercado español, a sus productoras, editoras y distribuidoras varias.
Mi ley es muy simple: entre mi bolsillo o el suyo... el mío siempre, de calle.
Cuando el mercado español me apoye a mí, yo les apoyaré a ellos. Mientras un mercado foráneo me trate mejor en cuanto a precios y servicios, lo cual ya de por sí es muy triste, sin duda me decidiré por UK, Alemania, Italia, Francia, USA o la Conchinchina.
Si en España me pagan la diferencia de lo que me cuesta comprarlo fuera, yo lo compro aquí encantado. Mientras tanto, tomaduras de pelo las justas.